Confesiones de un hombre de publicidad es la biblia del marketing de los años 60, escrito por 'el padre de la publicidad', David Ogilvy, para inspirar una filosofía de honestidad, trabajo duro y comportamiento ético en su industria.

La mayoría de los anuncios que vemos en la televisión, en vallas publicitarias y en internet son realizados por grandes corporaciones.

La mayoría carece de creatividad, no llega al punto o al público objetivo e incluso puede resultar confuso.

Pero de vez en cuando aparece un spot realmente interesante.

Estas raras excepciones no se deben a una chispa repentina de genialidad en los departamentos de relaciones públicas de esas empresas, sino porque contratan agencias de publicidad.

Las agencias de publicidad están especializadas en producir contenido que atrae a un público objetivo y utiliza la psicología para transmitir un mensaje que les atienda específicamente - tanto en contenido como en entrega.

En Alemania y en todo el mundo, Ogilvy & Mather es una de las agencias más famosas, y fue fundada por el autor de Confesiones de un hombre de publicidad, David Ogilvy, en 1948.

Ogilvy es conocido como el 'padre de la publicidad' y tuvo un tremendo impacto en la industria durante su vida, especialmente en los años 60, promoviendo la honestidad, la ética y el trabajo duro como filosofía para los publicistas.