La actriz de Star Wars, Carrie Fisher, ofrece un relato humorístico y conmovedor de su infancia como hija de celebridades, así como de sus luchas contra la adicción y el trastorno bipolar.

Cuando tenía solo 19 años, Carrie Fisher explotó en la conciencia de la cultura pop como la Princesa Leia en la película de 1977, Star Wars.

A medida que envejecía, Fisher construyó una sólida carrera tanto delante de la cámara en películas como Cuando Harry Conoció a Sally y detrás de ella como guionista de algunos de los mejores de Hollywood.

Pero incluso cuando su carrera despegó, Fisher luchó con el abuso de sustancias y problemas de salud mental.

En Bebiendo Deseos, Fisher reflexiona sobre sus años más jóvenes con el ingenio característico, desde crecer con padres famosos hasta su historial de adicciones y trastornos bipolares.

Al discutir temas dolorosos abiertamente, Fisher sugiere que nunca estamos tan solos en nuestro sufrimiento como creemos.