En este libro, la autora, portavoz del autismo y profesora de ciencia animal Temple Grandin argumenta en favor de los pensadores visuales, utilizando su experiencia personal para explicar por qué la neurodiversidad es esencial para la sociedad.

La sociedad occidental y la educación se basan en el lenguaje, con los pensadores verbales saliendo rutinariamente a la cima. Los pensadores visuales, y todo su potencial, son subestimados y descartados.

Temple Grandin es profesora de ciencia animal, autora y educadora sobre el autismo en los Estados Unidos.

Grandin usa su historia, desde ser diagnosticada como 'dañada cerebral' y recomendada para la institucionalización como niña hasta obtener un doctorado y una carrera ilustres, para defender la neurodiversidad.

En este libro, Grandin explica la diferencia entre el pensamiento verbal y el pensamiento visual, y cómo el sistema educativo marginiza a los pensadores visuales.

Grandin presenta los perjuicios de pasar por alto a los pensadores visuales y los muchos atributos que aportan a la mesa si se les fomentan sus habilidades.