La muerte y el duelo son elementos naturales y predecibles de la vida cotidiana, sin embargo, la sociedad occidental evita el tema. En este libro, permitimos que el duelo tenga el espacio que merece en todas sus formas.

En la sociedad moderna, el duelo puede sentirse como una palabra de cuatro letras.

La duración promedio del permiso por duelo en los Estados Unidos es de dos a cinco días, con la mayoría de las empresas promediando tres días para un miembro de la familia inmediata y un día para seres queridos extendidos.

Cuando consideras lo rápido que las ruedas del capitalismo te piden, el engranaje, que sigas girando, no es de extrañar que discutamos la muerte y el duelo con tanta vacilación.

No tenemos tiempo para procesar la muerte, y mucho menos para tener una conversación sincera sobre la salud emocional y el bienestar mental.

Soy una enfermera anestesista registrada con preparación doctoral y he trabajado como enfermera en una unidad de cuidados intensivos durante la mayor parte de mi carrera de 13 años en el campo de la salud.

Si bien no soy consejera ni terapeuta de duelo, he experimentado las diversas versiones del dolor que existen entre los pacientes y sus familias innumerables veces.

La pérdida inesperada de mi propia madre me obligó a inspeccionar el proceso de duelo de manera literal e intangible.

Si bien no existe una solución mágica para superar una pérdida devastadora en todas sus formas, hay métodos que me han permitido reflexionar, crecer y ganar perspectiva a lo largo de mi propio proceso de duelo.