Este documental explora la caza de focas como un elemento intrínseco de la cultura inuit y explica cómo los manifestantes mal informados amenazan severamente la economía y la forma de vida inuit.

Un inuit descansa sobre una nevada, mirando por el cañón de un rifle. Un estallido recorre el aire. Rema en una barca para recoger su presa, una foca que inmediatamente despelleja.

Al volver a su aldea, el cazador vende la piel e invita a su familia a comer la carne.

Colonizados por canadienses, estadounidenses, rusos y daneses, los inuit han permanecido como un mismo pueblo con el mismo lenguaje y cultura durante siglos. Pero ahora su modo de vida está en peligro.

A pesar de que la caza de focas es una parte intrínseca de la cultura y la economía inuit, los manifestantes mal informados luchan contra ella, sin estar dispuestos a entender.

Dirigido por la cineasta inuit Alethea Arnaquq-Baril, el documental Angry Inuk defiende la caza de focas inuit y sigue la apasionada defensa de los inuit.

Lanzado en 2016, la película ganó el premio People's Choice Award en el festival TIFF Canada's Top Ten.